por ima go! 21 noviembre 2018
“¿A cuánto el kilo de encuestas?” “¿Cuánto cobras por focus de nivel socioeconómico B?” Es el mindset casi establecido por quienes adquieren investigación de mercados, y también, y lo que pinta mal el escenario, por quienes brindan servicios y consultoría. Para empresas, agencias, consultoras, universidades, freelance etc, el reto ha sido cómo rentabilizar en este entorno y competir con este enfoque. Agregues la técnica que agregues, la discusión ya no se centra en sobre qué investigamos o para qué lo hacemos. En muchos casos, y como me comentan clientes amigos de marketing de todas las edades “se investiga para ratificar algo que se sabe o para que se apruebe un presupuesto”. Y es claro que la premisa no deja mucho espacio a la sorpresa, pero realmente este acuerdo tácito entre oferta y demanda ha funcionado?
La apuesta de IMA GO! por una investigación tailormade y un entregable inteligente que acerque a las marcas a un cambio se ve recompensada cuando en una reunión para licitación la discusión general se cerraba en lo logístico: “Pero es muy poco tiempo”, “son muchos stakeholders, hay que tener cuidado con el alcance”, “no llegamos con tantos informes”. ¿Saben cuántas preguntas hubo sobre lo que el Cliente deseaba, para qué y cómo generar ese cambio expresado por su director en la primera pregunta que hizo? Ninguna.
La investigación es una tarea que sirve para la toma de decisiones. Sustraer el componente de análisis y pensamiento estratégico a investigar la vuelve en delivery de data y es por ello que se presupuesta y mira como un producto. Eso no es investigación y si lo es, entonces IMA GO! no está en ese negocio. Nosotros ayudamos a las marcas, instituciones y emprendedores a entender para actuar, a conocer y comprender en simple aquellas complejidades estadisticas en donde emergen insights y oportunidades.
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