¿ES LIMA RESPONSABLE DE LA CRISIS DEL PERÚ? (MEA CULPA – PARTE 1)

El intento de golpe de estado del expresidente Pedro Castillo fue la gota que rebalsó el vaso de la tolerancia a la ineptitud política para la población del Perú. Hoy más que nunca, la población está completamente decepcionada de la clase política y no encuentra en esta el mínimo de representatividad y por ello, muchos de los ciudadanos de provincias le echan la culpa a la capital de sus problemas y desgracias.

Manifestantes en Puno.

¿TIENE LIMA REALMENTE LA CULPA DE TODO EL PANDEMÓMIUM QUE ACAECE SOBRE EL PERÚ?

Lamentablemente, debemos concluir que en verdad Lima sí tiene culpa de una buena parte de los problemas de las provincias, directa o indirectamente.

El principal problema que Lima le genera al interior del país es el ser el centro de acumulación política y económica del país, lo cual, se quiera o no, centraliza todas las dinámicas nacionales e internacionales en este punto geográfico.

No obstante, desde nuestro punto de vista existe otro problema mucho más profundo y más bien, generalmente pasado por alto, que Lima le genera a las provincias y el cual conlleva al continuo estancamiento de estas a lo largo de los años: LIMA ATRAE A TODO EL TALENTO DE PROVINCIAS A LA CAPITAL.
BOOM!

Es verdad. No es posible esperar que aparezcan líderes exitosos y de calidad en las provincias si todo el que tiene la oportunidad de sobresalir decide hacerlo en la capital, donde existen las condiciones para que su éxito sea recompensado, versus las provincias, donde solo se escuchan casos de corrupción, crímenes, mafias, tráfico de drogas, y conflictos sociales sin fin.

Debemos de admitir que, a pesar de todo lo malo que existe en la capital, Lima es un espacio de estabilidad en comparación con las demás provincias del país.

8 de cada 10 limeños son descendientes de migrantes de provincia.

El mayor centro empresarial se encuentra en Lima

El mayor emporio textil mipyme está en La Victoria, Lima.

Por ello, si todo el que tiene el potencial de sobresalir migra, ¿qué le queda a la población de provincias para elegir como líderes o modelos de éxito a seguir?
Si ni Yonny Lezcano o Ajeper se quedaron en sus provincias natales para desarrollarse profesionalmente, ¿qué le podemos pedir a las nuevas generaciones de nuevos Yonnys y Añaños?

Antes del impulso de negar esta mirada sobre nuestra realidad, considerar lo siguiente: si no existiese Lima, estos peruanos que tienen el potencial de sobresalir migrarían a Santiago, Sao Paulo, Medellín, Buenos Aires, México DF o Guadalajara, si es que no logran una visa para migrar a Madrid, Barcelona, Frankfurt, Múnich, Ámsterdam, Paris, Lyon, Londres, Boston, Michigan, o San José, tal como lo hacen los limeños que logran sobresalir y saben que pueden tener mejores oportunidades fuera que dentro del “caos” de Lima, y qué decir del Perú.

Lo único que han logrado estos cinco años de crisis política es el completo rechazo de la clase política del país. Por ejemplo, Sigrid Bazán, una política joven de izquierda, ha logrado en un muy corto plazo ser tan memeada y odiada como Keiko Fujimori, a quien ni su nuevo look ha podido salvar del odio popular. Verónika Mendoza tiene el mismo nivel de perfil bajo que Julio Guzmán. Y qué decir del oportunismo del APRA y posiblemente del PPC con alguna nueva coalición que va a ser tan “exitosa” como el Fredemo o Unidad Nacional. Solo esperemos que Xavier Barrón no reaparezca para engatusar a los jubilados como se lo pasó haciendo por años en los 90s y 2000s.

Entonces, ¿qué esperar o hacer?

A pesar de todo lo anteriormente mencionado, y lo que queda entre líneas, seguimos creyendo que existen formas de solucionar este meollo, en los siguientes meses, y que si los astros se alinean, los apus nos escuchan, Dios nos libra, y los bolivianos se quedan de su lado del lago, el presente gobierno de transición puede lograr algún nivel de éxito similar al del gobierno de transición de Valentín Paniagua (el hecho de haber sobrevivido esa crisis política y moral ya fue un logro en sí mismo!) y por ello, en las dos notas siguientes vamos exponer dos simples teorías para la recomposición de nuestro sistema político y de gobierno:

1. Renovación Política y Profesionalización.

2. Federalización vs Centralización.

Agárrense fuerte, que las ideas que vamos a proponer implican un cambio con movimientos tectónicos que debieron haber sucedido mucho antes que los que pronostican terremotos en Lima cada octubre.